VOTO ELECTRÓNICO EN ESTONIA: ¿CÓMO FUNCIONA LA DEMOCRACIA DIGITAL MÁS EXITOSA DEL MUNDO?

Escrito por Comunicaciones EVoting / 11 de Septiembre del 2023

Estonia se ha convertido en una potencia digital mundial y hemos repasado distintos aspectos que lo posicionan como líderes en innovación. En esta ocasión, revisaremos su sistema electoral, que desde el 2005 cuenta con voto electrónico.

A lo largo de esta serie de notas sobre Estonia como potencia digital, hemos visto distintos aspectos que convierten a este país en lo que es. En esta edición, revisaremos su democracia electrónica y la forma en que han implementado esta modalidad en sus diferentes procesos.

El voto electrónico se implementó en 2005 en las elecciones municipales, para luego en 2007 convertirse en el primer país del mundo en utilizar esta tecnología en un proceso nacional; en aquel momento solo el 3% de los votos fue mediante este sistema.

Cabe mencionar que esta modalidad es opcional, permite que los ciudadanos puedan votar de manera anticipada y deja que las persona puedan cambiar su preferencia cuantas veces quieran, ya que el sistema solo reconocerá el último voto emitido.

¿Cómo funciona el voto electrónico en Estonia?

Lo primero es tener un computador con acceso a internet y poseer tu ID-Kaart (Tarjeta de Identidad) o tu Mobiil-ID (versión de la Tarjeta de Identidad para smartphones). Además, debe asegurarse que la computadora contenga un sistema de antivirus y el software de identificación actualizado.

Posteriormente, hay que descargar la aplicación para votar desde valimised.ee, ejecutarla e identificarse con uno de los dos documentos mencionados anteriormente.

Con estos pasos, ya puede elegir a su candidata o candidato favorito y proceder a firmar digitalmente. Una vez firmado, el voto se encripta y se almacena mediante internet en el servidor de I-Voting. Los votantes pueden revisar si su elección fue correctamente guardada a través de una aplicación para smartphones.

Finalmente, el voto encriptado solo puede ser desencriptado por las llaves resguardadas por el Comité Electoral Nacional.

Tal como se mencionó en notas anteriores, para el ex Asesor Digital Nacional de Estonia, Marten Kaevats, el cambio tecnológico no es tan difícil como el cambio cultural. En este sentido, menciona que para las personas es complejo asimilar la digitalización de estos procesos.

Sin embargo, para las elecciones generales de marzo del presente año, en el país báltico se emitieron más votos digitales que en papeletas físicas por primera vez desde la inclusión de esta modalidad. Esto da cuenta de una clara confianza de la población en el sistema digital. Confianza que se reafirma en la cantidad de trámites que se pueden realizar en línea y sin la necesidad de salir de la casa.

Sin duda, Estonia es un ejemplo a seguir en lo que a democracia electrónica respecta. Un sistema bien elaborado y que genera seguridad en el electorado, además de acelerar procesos y reducir los costos operacionales.